Cuando se entrena para un objetivo estacional, estar resfriado podría ser un inconveniente. Si es tu caso no tiene sentido apegarse a un plan de entrenamiento demasiado estricto. El cuerpo necesita fuerza para hacer frente a la infección. Por lo tanto, los síntomas como el cansancio y la debilidad deben tomarse en serio. Si te excedes en tu entrenamiento corres el riesgo de sufrir graves consecuencias que requerirán un período de descanso más prolongado.
