A finales de la década de 1970, los investigadores comenzaron a estudiar el metabolismo durante el entrenamiento después de un ayuno de unas pocas horas o hasta de un día. Los resultados de los primeros estudios ya mostraban un aumento de la quema de grasas y ahorro de glucógeno muscular durante dicho entrenamiento. ¿Pero esto conduce a un mejor rendimiento atlético (de resistencia)?
